Una noche de esas que parecen eternas
Que pasa el tiempo y se congela en una mirada
De esas que parecen obscuras
Y al mirar a lo alto sobran las estrellas.
Una noche sin llanto, sin dolor ni pena
De esas que sanan hasta el alma mas herida
Una conversación amena
Y el resplandor de tu sonrisa
Dos almas anónimas deteniendo el tiempo
Dos desconocidos ante un mundo atónito
Un mundo que conspira contra los creyentes
Que buscan redescubrir los sentimientos.
Una noche perfecta.
Con voz y sin palabras
Conversando con una simple mirada.
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